miércoles, 3 de abril de 2013

Un vecino atípico: el buitre.

En el preciso momento en el que varios rayos de sol hagan su aparición, podreis ver a un vecino atípico pero nada molesto: el buitre. Eso sí, tal como viene, se va, sin avisar.

Si venís por la Vall Fosca, no os será difícil verlos, van, vienen, suben a las cumbres, vuelven a bajar, se pasean por los prados, sobrevuelan los pueblos y los lugares bajito, muy bajito... sí, sí, de verdad, tanto que uno, pasó tan cerca del balcón donde estaba haciéndoles fotos, que me caí, literalmente, de culo por la impresión. Pero estoy contenta porque me dejó dos recuerdos, una foto y un morado aunque, si os soy sincera, me gusta más el primero.


No les tengais miedo, no atacan y además, mantienen el valle limpio de carroña y de malas hierbas.

Si os gustan las aves, ya teneis otro motivo para venir y sobretodo, no os olvideis la cámara de fotos y unos buenos prismáticos.



INFORMACIÓN ADICIONAL SOBRE EL BUITRE

Gyps Fulbus

Ave que puede superar los 110 cm de largo.
Los adultos tienen la cabeza y el cuello sin plumas, recubiertos de plumón marrón-grisáceo; los jóvenes suelen tener el color algo más oscuro pero a partir de los 3 años ya tienen el color de los adultos.
Vive en espacios abiertos, nunca en bosques y se alimenta de carroña, aunque también come hierba.
Crían en colonias sobre paredes rocosas y ponen un sólo huevo que incuban durante 59 días.

Fuente: www.vallfosca.net

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