miércoles, 3 de julio de 2013

Pescando truchas en La Fàbrica - Senterada

Estar en la montaña y tener un precioso río al lado como el Flamisell y no pescar es algo que a Pau le parece raro por lo que ha decidido que quiere ir a pescar truchas de vez en cuando.

Ya para su cumpleaños pidió una silla de pescador y ha insitido bastante con el tema de pescar en el río así que decidimos que antes de comprarle caña, sacar licencia, etc, etc, iríamos a algún sitio en el que le enseñaran el arte de la pesca y en el que viera exactamente qué es pescar truchas y cómo se hace.

Una mamá del club de fútbol en el que Pau juega de portero y que veranea en Senterada, nos comentó un sitio en el que a parte de pescar, el peque podría ver animales y la peque jugar mientras su hermano pescaba.
El lugar era Senterada mismo y  a parte de ser casa rural, tiene una piscifactoria donde se pueden pescar truchas que luego te venden a peso para que te las lleves a casa y las cocines. Este sitio es La Fàbrica.

El domingo, día de la verbena de San Juan, fuimos y, la verdad es que se está genial con los peques.
La Fàbrica es, como su nombre indica, una antigua fábrica de lana que utilizaba la fuerza del agua del río como energía.
Ahora mismo es una casa rural con piscifactoria y un lugar que hará las delicias de los peques en cuanto a juegos, animales y truchas.

Justo al llegar encontramos un aparcamiento bajo una arboleda y en cuanto bajamos del coche con los peques ya sabemos que algo pasa por las idas y venidas, chillidos y aspavientos... ¡ hay una mini granja!.
Pau y Marta enseguida fueron a ver todos los animalitos que allí había: cabras, gallinas, ocas, patos, pavos.... todos se acercaban a saludar y a coger de manos de los peques lo que estos les ofrecían para comer y claro, ellos encantados. Pero si incluso había un " pato - perro" que se dejaba acariciar sin problemas...


Una vez convencidos los peques de que los animales no se iban a mover de allí y que luego los volveríamos a ver, fuimos hacia el edificio en sí en el que nos informaron con excelente trato cómo se pescaba allí, con qué, las modalidades y las tarifas.
La atención fue perfecta y las explicaciones excelentes por parte de la persona que nos atendió, haciendo que Pau se entusiasmara aún más con la pesca.

Mientras Pau y Javi atendían las explicaciones, Marta y yo nos quedamos en el jardín lateral.
Es una zona ajardinada con mesas y un par de carpas, llena de juguetes para niños de ambos sexos y de todas las edades. Doy fe, aunque ya teneis el collage de fotos para verlo, de que Marta se lo pasó a lo grande.


Una vez preparado el peque para aprender a pescar, nos reunimos los cuatro y nos pusimos manos a la obra... cebo en el anzuelo, tirar la caña y esperar a que picaran...
Hay que reconocer que no le costó mucho pescar las cuatro truchas que pusimos como límite ( una para cada uno ) pero también le advertimos de que en el río es diferente porque hay corriente, no estan todas tan juntas, etc... pero él sigue entusiasmado con la idea así que uno de sus regalos de santo ha sido una caña de niño para ir a pescar truchas.


Pasamos un rato muy agradable aunque hubo momentos en los que la cara de Pau era un poema cada vez que levantaba la caña y veía el anzuelo vacío porque las truchas se habían comido el cebo sin picar... Incluso llegó a decir que aquellas eran unas truchas muy listas y que quería probar con otras " menos inteligentes" pero estaba tan feliz cada vez que pescaba una que se le pasaban pronto los "mini enfados".

Si venís por la Vall Fosca y os gustan las truchas y quereis pasar un ratito agradable con los peques, os animo a que vayais y probeis.
Hay pesca con o sin muerte y es toda una experiencia verlos entusiasmarse sabiendo que van a comer lo que pescan.

Qué? Pescamos?

+ info: Casa Rural La Fàbrica - Senterada

* El acento de La Fàbrica no es una falta de ortografía, está escrito en catalán y en este idioma, la letra a siempre lleva el acento abierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario