Hay días, en cualquier época del año, en los que hace frío, mal tiempo, llueve, nieva... y entonces hay que quedarse en casa, viendo tv, jugando a juegos de mesa, leyendo... pero también podemos hacer manualidades.
La manualidad que os presento en este post es muy fácil y conlleva mucha interacción, tanto con la naturaleza como con los peques ya que primero hay que ir a buscar el material con ellos, al río o a la montaña, luego hacer la manualidad y para finalizar, buscar un fin al trabajo realizado.
Para hacer esta actividad, hay que ir a buscar piedras redondas u ovaladas, grandecitas de tamaño y algo planas para poder pintar bien en ellas.
Las limpiaremos, las dejaremos secar y las guardaremos hasta el día en que las utilicemos.
Para realizar la manualidad, os aconsejo que tapeis bien la mesa donde vayais a trabajar, les pongais ropa vieja a los peques y cojais un par de trapos por si acaso.( El que avisa no es traidor... )
Necesitamos:
* Piedras
* Pintura plástica de color negro, rojo y blanco
* Pinceles de varios tamaños
Os sentais con los peques y a disfrutar pintando las piedras. Mi consejo, eso sí, es que sigais unas pautas de dibujo para que queden bien bonitas:
1º Pintar la cabeza negra
2º Pintar el cuerpo rojo
3º Dibujar como cada uno quiera, la forma de las alas
4º Hacerles los ojos como último detalle
Una vez hayais acabado, se dejan secar y cuando esten bien secas ( a poder ser, dejarlas medio día si hace mal tiempo y si hace bueno, con un par de horas al sol, estarán perfectas ) ya estarán listas para adornar cualquier rincón de casa, del jardín o para regalar a las abuelas o a quien los peques quieran.
Venga, a por piedras, pinceles y ¡manos a la obra !
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